Cómo «dar la vuelta» a los pensamientos negativos. Planeta Olivia y Violeta.

Aviso: Durante las primeras etapas del duelo no me parece aconsejable ni intentarlo siquiera. El dolor hay que pasarlo, dejarlo fluir, que nos traspase, permitirnos estar mal, reconocer toda nuestra honda desesperación y cada una de las tremedas emociones negativas que vamos a experimentar.
No sirve de nada querer ocultarlo o maquillarlo,  pretender tener una actitud heroica desde el comienzo mismo, afirmando» yo esto lo voy a superar, voy a estar muy bien pronto y voy a hacer uso de todos los recursos y no me dejaré hundir» puede no ser una disposición tan maravillosa como parece a priori. Al empezar el duelo así, dan ganas de felicitarse porque parece que ese es el camino, pero ¿no será que todavía estamos en estado de shock y no hemos asumido lo que ha sucedido realmente?, o ¿no será que tenemos miedo al dolor?, ¿que tenemos miedo de quedarnos a solas con nuestro enorme dolor y preferimos tener mucho ruido alrededor para no escucharlo?
Si es así, entonces cuidado, porque más tarde o más temprano el dolor tiene que salir, o estallaremos como una olla a presión a la que se le ha obstruído la válvula.
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Aunque esté en nuestro deseo cambiar, dominar nuestra mente y eliminar los pensamientos negativos, lo cierto es que el proceso no es rápido ni fácil. Nuestro cerebro, como cualquier otro músculo, necesita un entrenamiento.
A no ser que seas un maestro zen, una persona iluminada, un ser tremedamente especial por naturaleza o un individuo muy bien entrenado psicológicamente, probablemente no puedas evitar que los pensamientos negativos acudan a tu mente. Incluso cuando no los creamos nosotros de forma consciente, simplemente a veces nos invaden, pero está en nuestra mano «darles la vuelta».

 

Árbol que no responde al canon establecido, ¿es por ello menos hermoso?

Cómo «dar la vuelta» a los pensamientos negativos

1. Observar nuestro entorno
Con el fin de tomar ejemplo de cómo piensan y se expresan las personas positivas y  contraejemplo de los pensamientos y expresiones de personas negativas, tan válidos como los anteriores y por desgracia más abundantes.

Fíjate en esas personas que, aún siendo capaces de expresar su disconformidad ante una situación, lo hacen sin alterarse y sin crispar a los demás y no permiten que un contratiempo o una adversidad les amargue el día. Esas personas que saben estar contentas independientemente de las circunstancias, las que no le «sacan la punta a todo», las que transmiten energía  y hacen que la gente busque su compañía.

De igual modo, toma nota de las observaciones y pensamientos que verbalízan las personas negativas, incluso de su postura corporal, de su lenguaje no verbal, de su capacidad exacerbada de crítica, de ver el lado malo de cada situación y por tanto de su incapacidad de disfrutar del momento que viven tal y como es y no «como debería de ser» según ellos.

2. Entrenarnos para ser positivos
Hemos visto en los demás  actitudes y pensamientos que incorporaríamos gustosos a nuestra vida y también otros  que quisiésemos eliminar porque nos damos cuenta de que son dañinos.

Ahora es el momento de jugar a darle la vuelta a los pensamientos negativos que vengan a nosotros involuntariamente, o a los que tengamos la tentación de dar cabida conscientemente. Al principio, nos parecerá algo forzado, estamos incorporando un nuevo hábito a nuestra vida y cuesta hacerlo, porque lo sencillo es dejar actuar a la inercia y decir «yo soy así». Pero no es verdad. No eres así. Hay un «yo real» mucho más brillante y feliz bajo esas capas de negatividad que usamos como protección.

Es interesante empezar a entrenarnos con pensamientos negativos sobre temas poco relevantes, para ir cogiendo la dinámica y la costumbre y después aplicarlo a aspectos serios de nuestra vida.

EJEMPLOS: La mejor manera de explicar cómo podemos realizar este juego es a través de ejemplos, alguno de mi experiencia personal y otros observados en otras personas:

Empezamos por lo menos importante para calentar:

-Paseo por el  monte El Pardo y los jardines de Madrid
Debido a los recortes todos habréis observado la suciedad de Madrid y el descuido de parques, montes y jardines. Da rabia ver  que lo que era antes hermoso tiene ahora un aire, más que decadente, de abandono. Es imposible no protestar y expresar el descontento, pero no sirve de nada repetirlo durante el paseo, haciendo hincapié en  cada detalle que esté mal. Se puede escribir una carta al periódico, al ayuntamiento y sobre todo podemos expresarnos a través de las urnas, con nuestro voto, pero no amargándonos el paseo.
-Dar la vuelta a los pensamientos negativos:
Qué bien huele la hierba recién cortada (aunque nadie haya recogido los montones y ensucien las aceras), qué bella la luz del sol filtrándose entre las hojas de los árboles (a los cuales están haciendo una tala masiva y no van a replantar), qué suerte tener estos parques cerca de casa (aunque estén sucios y descuidados), qué suerte poder venir al Pardo a respirar aire puro, qué bellas están las jaras florecidas (aunque sean invasoras, nadie controle su expansión y estén secando las encinas).

 

Familia de árboles abrazados
Descuidar las aceras permíte que aflore la belleza

-Cena en un restaurante caro-moderno
Con lo caro que es este sitio no ponen ni mantel y hay que apoyar el pan en la mesa. No nos recogen los vasos que sobran y apenas tenemos sitio. Qué poca cantidad traen las raciones, no hay ni un ejemplar por comensal. Esto está grasiento, engordará un montón, etc.
-Dar la vuelta a los pensamientos negativos:
Es un sitió distinto, menos tradicional, qué bien cambiar y estar en lugares nuevos. Cuanto menos espacio, más juntos estamos todos y favorece la comunicación. Con menos cantidad lo saboreamos más, como «delicatessen» y no nos llenamos. Qué rico y sabroso, ¿Qué engorda? ¡Bah! un día es un día,  ¡a disfrutar!

Entramos en materia con algo más relevante:

– La eco 4D que hicimos a Violeta en su semana 28 no salió en absoluto como esperábamos. En la misma semana de embarazo se la habíamos hecho a Olivia, fue una experiencia muy bonita, porque la vimos perfectamente, con sus ojazos abiertos, sonriéndose, preciosa, nítida y queríamos que Violeta también tuviese su eco 4D, por no hacer distinciones entre las dos hermanas y porque nos hacía mucha ilusión verle la carita.
Pero Violeta ese día no quiso mostrarse, apenas unos segundos al final de la sesión, cuando ya estaba todo perdido, se giró levemente y haciendo gala de la imaginación y el amor de padres, le vimos un poquito el borroso perfil, que por supuesto nos pareció igual de precioso que el de Olivia.
Para mi disgusto, la clínica no repetía la sesión si no se veía bien al bebé. Me dió rabia porque ese día llovía, mi marido estaba griposo y cogimos un taxi tanto a la ida como a la vuelta. Sentí que era un esfuerzo absurdo porque no se veía nada. Sentí que era una estafa porque por menos dinero en otras clínicas se ve una imagen de mayor calidad del bebé y además se comprometen a repetir la sesión si no está bien colocado y no se le puede ver.
Así que estaba irritada y contrariada.
-Dar la vuelta a los pensamientos negativos:
¿Qué es lo importante? Que Violeta está sana y perfecta. Frente a eso, ¿Qué importan las molestias o los gastos o la política de la clínica?
Además, ¿Quién dice que no sea una señal? A lo mejor a Violeta no hace falta verla en una eco 4D porque vamos a tener toda la vida para verla en persona, disfrutando cada día y ese CD quedaría olvidado en un cajón, mientras que de Olivia es uno de los pocos recuerdos gráficos que atesoramos, junto con todas sus ecografías y sus trece valiosísimas fotos de recién nacida.

Terminamos con algo serio para afianzar nuestro nuevo patrón de pensamiento:

-Mi marido (científico) se quedó en paro y está viviendo en Dublín.
Un señor doctor, con experiencia, trabajador incansable, dejó su prometedora carrera en el extranjero y vino a España por amor, para dejar de estar separados. Nos casamos, tuvimos juntos una niña maravillosa, la vimos morir, y ahora cuando estamos esperando la segunda niña y empezamos a ver la luz, acaba su contrato (cuyas condiciones mejor no mencionar) y tiene que emigrar, (como tantos otros), a Irlanda, donde sí se le considera debidamente y tiene oportunidades.
Qué injusto, separados otra vez y encima estando embarazada en circunstancias tan especiales y sin que mi familia viva en Madrid.
-Dar la vuelta a los pensamientos negativos:
Qué suerte que haya encontrado trabajo en Irlanda y allí tenga buenas condiciones, hay gente que no tiene esa posibilidad y les deshaucian o malviven. Tenemos dos niñas preciosas, aunque una no esté físicamente, siempre está con nosotros y ahora vamos a tener otra, que sí está aquí y estará siempre porque todo saldrá bien. Hay gente que ni siquiera ha podido nunca tener hijos y sufren por ello.
Irlanda es un país magnífico para tener hijos y ser feliz. Aunque mi familia no viva  en Madrid,  tengo la inmensa suerte de que mis padres son tan buenos y tan generosos, que se vienen a vivir conmigo esta temporada para cuidarme y acompañarme mientras mi marido está fuera. Con mis suegros  también tengo una enorme suerte, porque están muy pendientes y a mi completa disposición. Idéntica suerte con mis amigos . No estoy sola: Violeta y yo estemos bien cuidaditas.

Playa de Sandymount, Dublín. Foto envíada por mi marido

(Excepto en las circunstancias especificadas en el «aviso» del principio de esta entrada)
Entrénate para ver el lado positivo de la vida. Esto te hará fuerte y mejorará no sólo tu estado de ánimo sino también tu salud física y mental

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