Mamás sin red

Hola, soy Alicia Acuña. Tras superar con gran éxito mi propio proceso de adaptación al convertirme en mamá sin red (expatriada), superar mi duelo por pérdida del entorno y por la pérdida de mi identidad anterior a la maternidad, decidí formarme en inteligencia emocional, mindfulness y coaching estratégico para poder ofrecer acompañamiento emocional a otras mamás  sin red (expatriadas, desarraigadas, sin apoyos o de dedicación plena 24/7) y  ayudarles a disfrutar de una vida plena.

Si eres una madre que se dedica en exclusiva al cuidado de sus hijos, sin  ayuda, o vives fuera de tu ciudad o país de origen, eres una mamá sin red: Sin red de conexiones con tu familia o con otras madres, esa cálida red envolvente dentro de la que hacer confesiones, reir y llorar; Sin red bajo tus pies por si caes al hacer una arriesgada acrobacia de madre, esa red que te ampara y te recoge si te equivocas al hacer una de las muchas piruetas que exige la maternidad.

¿Te sientes sola, incomprendida, juzgada?

¿Secretamente darías lo que fuera por volver a tu país, a tus costumbres y a tu entorno mientras otras envidian tu vida aventurera de expatriada? ¿Te ves invadida por emociones que no puedes controlar: Tristeza, frustración, rabia, miedo, desesperación?

¿Te ves incapaz de desenvolverte en tu nuevo entorno?

¿Sientes que la tarea de la maternidad en soledad se hace demasiado pesada?

¿Tu autoestima se ha visto mermada? ¿Los miedos te atenazan?

¿Temes que tu hijo se vea afectado por tu estado emocional?

¿Te sientes desubicada, perdida, víctima de una circunstancia no elegida?

¿Comparas tu vida real con otra idealiazada e inalcanzable?

¿Estás en resistencia y no aceptación en tu nuevo hogar?

¿Dedicarte a ser madre, dejando tu trabajo, te está resultando más duro de lo que esperabas?

Sé cómo te sientes. Después de un embarazo muy especial (maternidad después de una gran pérdida), me convertí forzosamente en madre expatriada. Decidí dedicarme “únicamente” a cuidar de mi bebé. La pérdida de mi entorno y maternar sin red me produjo aislamiento, miedo, frustración, inseguridad. Pero aprendí a solventar una a una todas las dificultades para brillar con nueva luz. Una madre valiente y empoderada emergió de esta experiencia de resiliencia.

¿Quieres aprender a gestionar tus emociones?

¿Te gustaría conocer quién eres tú realmente y cuánto eres capaz de hacer?

¿Quieres despertar esa fuerza latente y vencer tus obstáculos?

¿Deseas hacer de tu nueva casa un hogar en el que seas plenamente feliz?

¿Te gustaría vencer tus resistencias, recuperar tu seguridad y generar un nuevo entorno para ti y tu familia?

¿Quieres hablar con total sinceridad sobre tu malestar sin censuras y que te ayude a crear el estado emocional adecuado para tu situación?

Esa conexión que establezco contigo nace del deseo genuino y auténtico de aliviar tu malestar y va mucho más allá de lo profesional. Es la magia de la empatía. El legado que me dejó mi propia experiencia de resiliencia, mi proceso de adaptación y aprendizaje.

Mi acompañamiento emocional se basa en mi propia experiencia, el acompañar a otras madres,  las múltiples lecturas y por supuesto en la formación que he realizado.

Cada acompañamiento es  un proceso artesanal y único. No hay dos mujeres iguales. Trabajo desde mi don más preciado que es una extraordinaria capacidad de empatía. La escucha activa, sin juicio, el respeto absoluto por tus ritmos como mujer en crecimiento personal son claves. Aplico técnicas de la inteligencia emocional, el mindfulness y el coaching estratégico, así como alternativas de pensamiento. ¡Y mucho humor!

Permitir que te acompañe para atravesar juntas tus dificultades significa contar conmigo. Como dijo el poeta, “no hasta dos o hasta diez,  sino contar conmigo”.

Mi implicación contigo es absoluta y va más allá de lo profesional, pues nace  del deseo de contribución más auténtico, el de ayudar a otras mamás a ser felices, dueñas de sus vidas, sin importar dónde estén ni cuál sean sus circunstancias. Vuelco mi alma en cada sesión para ayudar a la tuya a volar libre de ataduras.

Mi presencia en tu proceso es constante, más allá de las sesiones. Sólo quien ha estado en tu situación, conoce la profundidad de la soledad cuando cae el telón de las redes sociales y desaparecen las sonrisas de las fotos. Sólo quien ha superado esas dificultades con éxito sabe cuán necesitada es una mano amiga para salir de ellas.

Y mejor varias que una, por ello, si lo deseas, formarás parte de una comunidad privada de mamás sin red en la que encontrar todo el apoyo que necesitas.