Nunca te rindas
En el vídeo post anterior te hablaba de la importancia de celebrar la vida. Pero para llegar a la celebración, ha de haber un trabajo previo, ese cosechar para después recoger los frutos.
El trabajo de duelo es un trabajo, un trabajo durísimo y agotador (incluso se habla de tareas del duelo, en un próximo post hablaré sobre ellas). Y para que esa labor ardua se realice con éxito, es decir, para que volvamos a abrazar la vida, para que salgamos incluso fortalecidos, para que salgamos transformados, lo fundamental es no rendirse. Así te lo cuento en
Como curiosidad, antes de terminar, añado que una vez más, como una de esas casualidades que todo lo conectan, cuando estaba a punto de publicar, me he encontrado con que Romina, una de las mamás de mi red de apoyo, había compartido el siguiente mensaje del Papa Francisco:«Si sigues tocando insistentemente las puertas del cielo con tus oraciones, éstas se abrirán de un momento a otro y recibirás tus bendiciones. Dios te dará la solución para cada problema, el remedio para todo dolor y la sanación para todas tus heridas ¡NO TE RINDAS! CREE Y SIGUE INSISTIENDO»