Acompañando el duelo de mamás increíbles

Acompañar el duelo es un proceso artesanal y único, no hay dos duelos iguales. Es la hermosura de volcar el alma, de sentir con el otro, de estar presente, de escuchar, de dejar brillar dentro de ti una presencia y una luz que tomas prestada al universo para avanzar en las tinieblas del dolor hacia la sanación.
La eterna sabiduría del amor susurrará a tu oído qué  frases, silencios y miradas necesita la persona con la que compartes camino.
Tengo tanto que agradecer a esas mujeres, mamás valientes, compañeras y maestras que me dan el privilegio de acompañarlas…
Quiero compartir en este post tan emocionante y especial algunas enseñanzas del duelo y un poco de la luz que estas madres me dan.

El duelo no es una enfermedad y por tanto, no se cura. Tampoco  precisa medicinas ni la intervención de un doctor. (Al menos no siempre son necesarios, no son imprescindibles).
El duelo DUELE, así de simple, y no es la muerte la que trae el duelo. Es el amor.  Duele porque amamos a la persona que se fue y su ausencia física nos resulta insoportable, desgarradora e incomprensible.

Parto de la idea de que el duelo es un proceso natural de adaptación a nuestra nueva realidad tras la enorme pérdida y excepto en casos en los que el duelo se complica, no hay porqué patologizarlo.
El proceso de duelo es muy complejo, pues suele venir acompañado de una reelaboración de nuestras creencias e incluso de nuestra propia identidad.
Para mí lo más valioso de acompañar un duelo es ofrecer la esperanza clara de que se puede volver a amar la vida tanto o más que antes y se puede recuperar la ilusión, o mejor dicho vivir con una ilusión nueva.

En España es bastante habitual que se recurra a un psicólogo para que  ayude al doliente a bucear en las profundidades del duelo. Confiamos en que este profesional nos guíe, pues nos sentimos como niños desvalidos. Para algunas personas quizá ese apoyo sea positivo y puede que encuentren, con algo de suerte, alguien bien capacitado para esta labor.  Sin embargo, en otros países, el porcentaje de dolientes que acude a la psicología buscando ayuda para su duelo es notablemente menor. Y no siempre es por falta de recursos económicos. La figura de acompañante en duelo en otros países está cubierta por una persona que haya transitado con éxito su propio duelo, cuente con unas sólidas nociones teóricas y sobre todo con unas cualidades personales específicas que le habiliten para acompañar a otras personas.

Si el duelo se enquista y no evoluciona, o se torna peligroso para la salud mental, hay profesionales especializados a los que acudir.
Pero si lo que experimentas es el dolor atroz de un alma rota, la falta de aliento, en algunos momentos incluso la ausencia  de las ganas de vivir, pero aún así, sin saber como, te aferras a la vida, te mantienes penosamente a flote, entonces estás atravesando el duelo, sencilla y llanamente. Y no tienes porqué atravesarlo solo.
A veces es bueno pedir ayuda.
Porque duele, duele como nada que hayas conocido, duele como sólo quien lo ha pasado comprende, duele y querrás escapar del dolor, huir, refugiarte, querrás ser víctima y que otros te digan cómo recorrer el camino.


Pero lamentablemente nadie lo podrá recorrer por ti y el dolor conoce todos los caminos y todos los atajos, te encontrará, auque hayan pasado años, te encontrará y te obligará a vivirlo, a enfrentarte a la realidad que quisiste negar y de la que quisiste rehacerte demasiado rápido o la que no te permitieron, no te autorizaron  vivir.
En algún momento tendrás que pasar de ser «víctima» del duelo a protagonista de esta historia y decidir qué quieres hacer con ella, qué significado le quieres otorgar.

El grupo de iguales, esos grupos de asociasiones maravillosas sin ánimo de lucro, como Umamanita, son un bálsamo para los corazones heridos, pero a veces, uno necesita hablar a solas y contar secretos, liberar culpas, sentirse arropado y comprendido, confesar lo que apenas a ti mismo te reconoces.
Y si tienes suerte y encuentras un buen acompañante, entonces tu duelo se convierte en el inicio de un  camino transformacional capaz de darte una consciencia y un poder sobre tu vida increíble. Cambia tu mirada para siempre y te regala los ojos del amor.

Acompañar el duelo es ser acompañada también, es revisitar tu propio proceso con humildad, con el deseo genuino de aprender, de abrirte en total vulnerabilidad y contar sin censura tu propia historia.
Cuando acompaño duelos recibo frases y regalos de agradecimiento que me llenan el corazón pero la realidad es que  siento que la afortunada soy yo. Olivia me ha puesto en el camino a madres tan valientes y llenas de amor, personas tan inspiradoras… El verdadero regalo es su tiempo, su confianza y todo lo que me aportan.
Esta Navidad he compartido tiempo con dos de ellas y siempre es mágico y he recibido unos
Regalitos especiales de Navidad:


Un precioso cuaderno para animarme a seguir escribiendo, gracias, Grazi!


Pilar me entregó esta muñeca solidaria para la lucha contra el cáncer infantil, Baby pelones, son preciosas y huelen increíblemete bien. Los pañuelos los diseñan los propios niños. Si te interesa este proyecto, infórmate en http://juegaterapia.org/


Este precios erizo, originalísmo adorno del árbol de navidad, cualquiera que nos conozca sabe que el erizo es el símbolo de Oli. La mamá de Marco dió en el clavo.

Esta preciosa tarjeta, hecha a mano, con el nombre de las tres chicas de la casa. Pilar, ¡no vale hacer llorar!

Gracias, amigas, compañeras de camino, por vuestra luz y enseñanzas. 
Con el permiso de estas mamás valientes, comparto parte de todo lo que me dan:

«Me ayuda mucho escucharte. Me acuerdo de cosas que me has dicho y lo llevo mejor.
Te mando un abrazo enorme, gracias por la labor que haces.
De nuevo aprovecho para decirte lo contenta que estoy con la sesión de ayer, el saber de tu experiencia me ayuda a ver las cosas de otra manera más positiva. Y sobretodo las cosas que me dijiste, gracias de nuevo»

Ana, mamá de César



«Eres en persona, la chica llena de luz que conocí en el blog, porque eres la escribe ahí, y ésta eres tú Alicia… Me enseñaste muchas cosas… Un ejemplo, me enseñaste algunas palabras como “integrar”… Estoy aprendiendo a integrar a Eric en nuestras vidas y vosotros lo habéis hecho de una forma tan bonita, me ayudaste tanto con tus ejemplos…
A parte de esto me permitiste hablar, unas cuantas horas, compartir dudas, miedos, te escuche, compartiste conmigo cosas muy personales y esto tiene un valor incalculable, de verdad que no tiene precio.
De algún modo si nos hemos encontrado es porque como dices tú hay hilos mágicos… yo aprendí mucho de ti y seguro que seguiré aprendiendo, y si yo te puedo aportar algo es para mí una grande alegría. Porque estas son las relaciones únicas que se construyen a lo largo de la vida, cuando aprendemos de manera recíproca, uno del otro y estas experiencias no se dan siempre, pero cuando ocurren, también son mágicas.»
Graziela, mamá de Eric



Graziela, además de utilizar el tarro de agradecimiento en casa, ha puesto uno es su oficina para animar a sus compañeros, ¿no es una mujer increíble?

«Querida Alicia, las palabras se quedan cortas para agradecerte todo el apoyo que me brindas. Que me dediques tu tiempo, para mí no tiene precio… Por eso quería darte el mejor de los regalos «Dar felicidad»…Con estas pequeñeces materiales quería que te sintieras niña otra vez, que por un momento retrocedieras a ese tiempo en el que todo era posible, todo era alegría y felicidad»

Pilar, mamá de Marco

Marco siempre presente

«Ayer por la noche llegamos a nuestro refugio de montaña, en la Alpujarra. Era un poco raro porque pasábamos con el coche por pueblecitos donde veíamos a familias ajetreadas, niños con cara de ilusión, luces de colores…y nosotros éramos ajenos a todo. Mientras la gente brindaba, y se felicitaba, nosotros en nuestra casita apartada, sacamos las sillas al jardín y nos quedamos mirando el cielo. Uf, que cielo! Nunca había visto nada parecido. Las estrellas brillaban como nunca, había montones de ellas, y una paz…y pensé en Julia, en Olivia, y en todos esos hijos que se fueron antes de lo esperado. Y pensé que esas estrellas brillando eran ellos, brillando de amor. Sentí una paz, Alicia. Fue un momento tan único…»

Paula, mamá de Julia

   

Foto del cumple de Julia y tarrito de momentos felices.


GRACIAS, OLIVIA, POR PONERME EN EL CAMINO A PERSONAS MARAVILLOSASSi quieres que hagamos juntas parte de este camino, no dudes en escribirme a 
info@aliciacuna.com

 

8 comentarios

  1. alicia, agradezco tanto tus palabras y que estés conmigo en este duelo.. gracias gracias y gracias,si he mejorado a sido gracias a ti,eres un apoyo muy importante y el saber de tu experiencia, compartir los miedos, no sentirme diferente, ir llenado ese vacío..ya no me siento sola, no puedo hacer nada por la luz que se me fue, pero sigo adelante porque siempre la sentiré conmigo.

    1. Ana,cómo decía en el post, gracias a ti por regalarme tu confianza y tu tiempo, por honrarme permitiéndome escuchar y aprender. Si estás mejor es gracias a tu valentía, a luz de tu estrellita César y al apoyo de todos los que te queremos♡ Gracias!

    1. Oh! Qué alegría tan inmensa que tu arcoíris esté iluminándoos♡♡.Gracias a ti por acompañarme en todo este proceso, por visitarme siempre en mi casita virtual. Todo lo mejor, amiga♡

    1. Por supuesto, estoy a tu disposición. Gracias por confiar en mí. A través del email, concertemos una conversación y conózcamonos para ver cómo podría apoyarte. Un abrazo enorme♡

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