La llegada de Violeta. Planeta Violeta.

Esta entrada va dedicada a mis compañeras de duelo de Umamanita, especialmente a aquellas que llevan en su vientre a los bebés arcoiris, Mariángeles, Paloma, Esther y las que aún no se han atrevido a contarlo; a todas las chicas infértiles y estériles que comparten en sus blogs su lucha diaria para alcanzar su sueño, especialmente a Bedabita y Sissi; a las mamás que no encontraron papá y tuvieron muy claro que eso no sería un obstáculo aunque su esfuerzo tuviese que ser doble; a las mamás «en solitario», cuya pareja desapareció al quedarles muy grande la misión de la paternidad, a las mamás de hijos enfermos que nunca cejan en su empeño de darles una vida lo más feliz posible, haciendo cosas increíbles y heroicas por ellos; a las mamás que vieron morir a sus hijos y supieron seguir adelante cosiendo su alma rota; a las que nunca les vieron llegar a nacer y sienten el vacío en sus entrañas y en su corazón… 
En definitiva, a todas las mamás de todos los tiempos que han tenido  una maternidad complicada, dura o inalcanzable y aún así han perseverado, porque el amor de una madre todo lo puede.


28 de Mayo
Decidí no dejarme atenazar más por el miedo y tomé la decisión siguiendo mi intuición (previa consulta a los medicos pertinentes, claro está). Una vez tomada, supe que era la correcta por el estado de ánimo que me invadió, previo a las grandes hazañas de mi vida con final feliz. Es una especie de euforia nerviosa y alegre, con plena confianza y un puntito de vértigo.
Así, hija mía, Violeta, me dirigí al hospital acompañada de tu padre y tus abuelos maternos.
Y aquí está tu última foto dentro de mí, en la habitación del hospital justo antes de la cesárea, para poner fin al albúm de embarazo y servir de comienzo de tu propia historia.

¿Puede una cesárea ser bonita?
La mía lo fue, fue una experiencia increíble. Consciente, con epidural, rodeada de un equipo médico estupendo formado íntegramente por mujeres, fui objeto de un trato  amabilísimo, más que cercano, cariñoso y por supuesto, profesional. Me sentí muy cuidada, me iban tranquilizando  informándome de todo: «ya se la ve», «el pelo», «una orejita» ,»ya sale» y de pronto un llanto fuerte y vigoroso y me enseñan a una criatura hermosísima y perfecta: tú, Violeta. Después te pusieron a mi lado y tu llanto cesó, al reconocerme, supongo. Te «enchufaste» a mí de un modo curioso, me metiste tus deditos en la nariz, como para conectarte a mí. Y la sensación de estar juntas, tan unidas, verte, olerte, sentir tu calor, tu vida, tu fortaleza, me hizo inmensamente feliz, es sencillamente indescriptible.
Sana, Violeta, sana. No sólo viva, sino sana. Nada malo te había sucedido.

Para que os hagáis una idea de mi felicidad máxima, en reanimación había una mujer que me dijo «Acabas de tener un bebé, ¿verdad? Lo digo porque tenían que haber grabado la cara de felicidad con la que has entrado. Es que tienes una sonrisa de oreja a oreja».
Y es cierto, no podía parar de sonreir. Y hoy que mi deliciosa Violeta tiene 19 días, sigo haciéndolo cada vez que la miro o pienso en ella.

Esto es lo más maravilloso del mundo. Pero no pretendo ser un maestro zen.
Por supuesto, a veces estoy cansada y tengo pequeños accesos de mal humor por la falta de sueño. Otras veces, me siento superada y lloro de preocupación si no coge suficiente peso, si tose, si se le ponen malos los ojitos, si no estoy segura de que la lactancia materna la esté alimentando suficientemente… Cualquier cosa me angustia y es lógico.
Cuando has visto morir a tu niña soñada, tu primera hija, el miedo a volver a perder lo que más quieres no es fácil de eliminar. Más bien se aprende a convivir con él.
También tuve miedo de ser yo la que muriese cuando a los dos días de darnos el alta me tuvieron que volver a ingresar (afortunadamente junto con mi niña) por una insuficiencia renal de causa desconocida. Lloré al pensar: «No pude estar con Olivia porque ella se tuvo que ir y quizá ahora no pueda estar con Violeta porque sea yo la que falte». Sí, así de melodramática puedo llegar a ser en ocasiones, presa del miedo y el desarreglo hormonal postparto.
Pero tengo claro que si NO quiero una vida condicionada por el miedo para mí, sobre todo no la quiero para Violeta.
Precisamente por no poder tener a Olivia con nosotros físicamente, valoro cada instante con Violeta y venzo el cansancio, obtengo paciencia y soy muy feliz.
Este es un regalo impresionante que nos ha hecho la vida, un arcoíris tras la tormenta y no olvidamos que es un privilegio. Eso nos centra, pone las cosas en su sitio y nos ayuda a no decaer.
De los sentimientos por Olivia en esta etapa hablaré en otra entrada. Un hijo nunca ocupa el lugar de otro, ni la alegría inmensa por Violeta borra la pena por la ausencia física de su hermana, pero sí hace que vuelva a latir, intenso y escarlata, nuestro corazón.

19 comentarios

    1. Gracias, Anna. Si algo me gusta de las redes sociales es que nos acercan y nos conectan justo con quien más próximo está a nuestra realidad aunque esté a km de distancia. Bendito facebook. La esperanza me la dáis vosotras siguiendo adelante con valentía, aún insertas en la tormenta. Tu arcoíris llegará, con toda seguridad! un gran abrazo

    1. Gracias, Sandra, aunque pronto serás tía "de verdad" de un bebé sano, hermoso y muy afortunado, como yo creo que los amigos son la familia que se elige, para Olivia y Violeta tú siempre serás la tía San.
      Gracias por ese regalo magnífico, lleno de detalles increíbles como tú.
      Te quiero, perla de plata

  1. Es preciosa!! Sois preciosas!! Me alegro mucho de leerte, de que Violeta crezca sana y de que estéis muy felices. Afortunadas Olivia y Violeta por tenerte de mamá 🙂

    1. Qué grande eres qué compartes esta felicidad y escribes aquí, aunque estés en otra etapa, muy sabiamente elegida y que te hará mucho bien. Eres generosa y noble, por eso estoy convencida de que la vida te premiará. no puede ser de otra manera. Tú sí que eres preciosa. Muaas

  2. Ay, me has hecho llorar….

    No te deseo felicidad porque ya la tienes… Eres una mamá excepcional, de una niña estelar y otra terrenal. Eres grande, poderosa. Eres paz y lo eres todo para tus hijas. Porque toda mamá es la mejor mamá del mundo, aunque te enfades, aunque te desesperes…. Eso es normal. Me queda poco para que Aritz venga y se quede. No sé por qué, pero sé que se va a quedar con nosotros.

    Te deseo que toda la luz que lanzas al universo te rodee toda la vida.

    Y espero conocer algún día a esa flor preciosa que es Violeta!

    1. Gracias por estas palabras tan hermosas, inspiradas y tan poco merecidas! Grande y poderosa, ojalá. Tiemblo como una hoja cuando me invaden los miedos, pero quiero crecer, eso sí.
      Me hace reflexionar lo que expresas tan bien. Somos todo para nuestros hijos, por lo tanto conviene ordenar nuestro interior y hallar esa anhelada paz.
      Y Claro que Aritz se queda, sin duda, qué ganas de que llegue ese bebé arcoíris vigilado por su abejita-estrella.

    1. Qué preciosidad vosotros, familia. Muchas gracias por estar tan presente. El afecto es mutuo y pronto nos daremos un paseo con dos carros, una para Violeta y otro para tu bebé precioso y sano, tan esperado y queridísimo, protegido por su estrella.

  3. Ay mi niña, que me has emocionado. Mil gracias por tus palabras, y mil gracias por compartir tu experiencia.
    Violeta es preciosa, estoy segura que Olivia ha hecho magia desde el cielo para ayudaros y que todo haya salido bien.
    Ahora espero que en esta recta final Olivia y Andrea junten esfuerzos y nos traigan a Iñigo sano y prontito!!

    Me ha gustado TODO el post, pero especialmente lo siguiente: "Sana, Violeta, sana. No sólo viva, sino sana. Nada malo te había sucedido." Me veo tan reflejada!!

    Un beso enorme, familia, a todos, a los que están aquí en la tierra y a los que nos cuidan desde el cielo.

    Bienvenida Violeta!! Nos traes luz a todos!!

    1. Mi querida Paloma, me emociono al contestar tu comentario porque al hacerlo tantos días después el pequeño Iñigo está ya quí sano y salvo y hay un motivo más para la alegría al llegar al mundo más bebés arcoíris. Tu felicidad es también la mía, la luz de Violeta es también la de Iñigo.

  4. Bienvenida a la vida Violeta y bienvenida a la vida Alicia!!!! Has estado sobreviviendo estos meses… pero tu corazón empezo a latir otra vez cuando viste a Violeta,claro que no sustituye a Olivia,lo primero pq no quereis sustituirla,ella siempre sera vuestro tesoro,pero si es verdad que Violeta hace que el reloj vuelva a marcar las horas. ENHORABUENA!!Estoy llorando de felicidad por vosotros. un besazo muy fuerte. PD:Es preciosa.
    Laura.

  5. Que mas que emocionada ! no escribas! abrazala, besala ! disfrutala ! cada segundo, cada minuto ! ya llego! esta aqui contigo, con tu esposo! la angustia y el miedo se disipa con los dias !aunque siempre queda algo (lo se) pero no temas! vas a vivir con eso, es una angustia de amor !!! Llego Violeta ! llego el pedacito de cielo el regalo que faltaba, el que complemeta tu amor con Olivia ! Gracias por acordarte de Mi! no sabes lo que me hicistes llorar… de felicidad por uds ! dale mi bendicion a esas chiquitas ! la que camina junto a Uds desde el cielo! y la que te acompañara siempre en la tierra ! Un abrazoooo grandeee !
    De las personas que conozco y admiro una eres tu ! se que no te importa el cansancio, ya tendras tiempo ( aunque afecta ) no importa. La felicidad de tenerla supera todo eso! Tus miedos se van a mezclar con sonrisas, solo vas a sentir diferente y van a disfruta mas cada momento ! Sissi

    1. Gracias Sissi, qué hermoso que los sentimientos crucen océanos y nos unan. Espero que pronto yo también llore de felicidad cuando me cuentes que se cumple tu mayor deseo. Muas

  6. Hasta que pueda contestar individualmente, GRACIAS A TODAS DE TODO CORAZÓN. Me habéis emocionado tanto… Sois muy especiales y valoro mucho cada palabra que nos dedicáis en este y en todos y cada uno de los posts. Besos a millones

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